Los espejos a medida se adaptan a cualquier habitación de la casa, ¡y a muchas más! Ya sea para uso decorativo, práctico o profesional, seguro que hace que cualquier espacio parezca más grande.
En el dormitorio: elegancia y practicidad
Un espejo en un dormitorio es imprescindible, sobre todo para un vestidor con espejo que aporta estilo a la vez que es ultrafuncional. Si prefiere un espejo de pared, puede instalarlo encima de un tocador o directamente en una puerta.
En el cuarto de baño: un imprescindible
Es imposible imaginar un cuarto de baño sin espejo. Según su estilo, puede elegir un espejo redondo, o dos espejos rectangulares para un lavabo doble elegante y práctico.
En el salón: una poderosa baza decorativa
Un gran espejo de pared es ideal para ampliar visualmente su salón y aportar un toque de luminosidad. Refleja la luz y crea la impresión de un espacio más amplio. Para un aspecto original, también puede optar por un conjunto de pequeños espejos colocados de forma artística.
En el comedor: un toque refinado
Un espejo rectangular o redondo colocado encima de un aparador añade profundidad y estilo a tu comedor. Atrapa la luz natural y mejora el ambiente de la habitación.
En la entrada: un espacio que parece más grande
Colocar un gran espejo vertical en la entrada da sensación de amplitud y permite echar un último vistazo antes de salir. Un espejo redondo sobre una consola aporta un toque chic y minimalista.
En un espacio profesional o un gimnasio
Los espejos también son indispensables en lugares públicos como pabellones deportivos, oficinas y escuelas. Permiten trabajar la imagen, optimizar la iluminación y ampliar el espacio.
Un espejo a medida es una solución versátil y personalizable para cualquier estancia de su hogar o negocio. Sólo tiene que elegir la forma, el tamaño y el acabado que más le convengan.